Anya se percataba de todo lo que sucedía en ese
bar, cada movimiento, palabra y suspiro llegaba a sus oídos. No sabía que hacía
en ese tugurio de mala muerte, desde luego no había pensado acabar andando por
esas calles de los bajos fondos de la ciudad, al menos no esa noche .Pero no se
levantaba del asiento para irse. La sensación de que algo iba a ocurrir no desaparecía, y cada vez era más molesta.
Decidió aprovechar el echo de estar en ese lugar para sus beneficios. Llevaba
tres meses de búsqueda sin resultado,y
estaba harta, a partir de ahora seguiría el consejo de ese viejo que
había encontrado hacía unas semanas.
-no conoces los
tugurios de la ciudad ¿cómo pretendes encontrarlos?- le había preguntado el
viejo
Anya había
pensado con esa lógica varias veces. Llevaba preguntando y buscando información
sobre los dragones negros desde la muerte de sus padres y todo había sido en
balde.
-si quieres mi
consejo-empezó a decir de nuevo el hombre – bueno, te lo diré de todos modos
,aunque sé que vas hacer oídos sordos,-suspiró- busca a alguien que se maneje
por esos sitios,alguien que conozca lo que se trama por los bajos fondos.
Como bien sabía
el viejo, había ignorado de pleno el consejo .No obstante, varias semanas
después ,y seguir sin una buena pista, le hizo recapacitar. Era indignante que
ella, hija de dos de las criaturas más antiguas, un ángel y un demonio, tuviera
que acabar mendigando por información.
La puerta del
bar se abrió y una chica con unos pantalones ajustados negros y botines de
tacón entró dentro, no podía verle la cara, ocultaba el rostro tras una
capucha. Nadie le prestó atención, andaba sigilosamente como si quisiera pasar
desapercibida, solo ella que estaba pendiente de todo, la siguió con la vista.
Pasó por su lado y detectó un leve olor, ¿sangre? Podía ser, ya no se extrañaba
de lo que podía encontrarse por la calle. La chica se sentó en una de las mesas
del fondo a su espalda por lo que dejó de verla, pero sí podía oír sus
movimientos. No bajaría la guardia en un antro como ese.
Los gritos que
surgieron al otro lado del bar hizo que se olvidara de la joven que había
entrado.
-maldita cría,
suelta lo que es mío
Era el dueño del
bar, tenía agarrada a una chica por el brazo y se lo retorcía hacía atrás.
Shana se irguió como pudo fulminando al hombre con la mirada.
-suéltame- siseó
con voz venenosa
Había sido un
estúpida al dejarse pillar tan fácilmente, hacía años que no robaba . Ahora le
hacían encargos y ella cumplía. Era conocida como la sicario de ojos de
cristal. Cada vez ganaba más por hacer menos, sus trabajos siempre eficientes,
rápidos y limpios le habían dado un fama muy beneficiosa. Era conocida como la
mejor entre todos los mercenarios, pero
cometió un error .Y ahora le quedaba eso .Volver a robar. Debía admitir que había perdido su toque si
la habían cazado con las manos en la masa, de niña era capaz de quitar el reloj
a un policía mientras hablaba con él.
Suspiró intentando salir de la situación sin crear mucho alboroto.
-mira, lo digo
por tu bien, sueltame y dejemos las cosas como están
El hombre soltó
un carcajada apretándole el brazo con más fuerza.
-ni lo sueñes,
la policía estará encantada de meterte entre rejas, sucia rata
En ese momento
la paciencia y el lado conciliador de Shana se esfumó. Se soltó del brazo con
un movimiento brusco, y en vez de salir
corriendo le plantó cara al hombre. Era igual de alto que ella. Sus ojos azules
se volvieron fríos mientras lo miraba haciendo que él retrocediera un paso y
tragara compulsivamente.
-tú...tú eres la
asesina que todos buscan, la chica de los bajos fondos,
“A la mierda”,
pensó Shana, es que ya no podía pensar con claridad. Era lo que tenía no comer
con regularidad y dormir donde podía. No le extrañaba que la calificara de
asesina, esa era la mirada que utilizaba para intimidar .Y esa misma mirada era
la que estaba dibujada por todos los lugares de la ciudad, justo debajo ponía
una enorme recompensa por su cabeza. Era buen momento para huir antes de que el
sentido codicioso de los demás presentes se despertara e intentaran capturarla.
-muchachos,
ofrecen cincuenta mil euros por esta niña-gritó el dueño del bar a todos los
hombres
Todas las
miradas se dirigieron hacía ella. Tardaron algo en reaccionar pero segundos
después ya se habían levantado varios de los presentes y se dirigían hacia
ella. Shana se dio la vuelta clavando la mirada más envenenada que tenía en el
dueño. Este quiso correr hacia la cocina al percatarse de que acaba de de
enfadar a una famosa asesina. Pero Shana lo detuvo agarrándolo del hombro y
pegándole un puñetazo en la nariz, sin dejarle tomar aliento, le propinó otro
en la mandíbula haciendo que recorriera el camino hacía la cocina con el doble
de velocidad. El dueño acabó quemándose el delantal con el fuego de gas. No
tubo tiempo de mirar que más le sucedía porque ya tenía a un hombre que la
atacaba por la espalda. Se dio la vuelta con velocidad y le pegó una patada en
el pecho. Calló sobre un viejo tocadiscos “por los dioses ¿quién tenía un
tocadiscos en pleno siglo XXI?” Mientras se libraba del agarre de otro hombre
una canción del susodicho tocadiscos empezó a sonar Elvis preseley, Estaba sonando Jailhouse
rock de Elvis Preseley. No daba crédito a lo que estaba oyendo. Sonrió
subiéndose en una de las mesas y pegándole otra patada a uno al ritmo de la
música. Llevaba mucho tiempo sin acción, al final no iba a estar tan mal. Cambió de idea cuando uno de los hombres, no
,eso no era un humano, los enormes dientes tan afilados como cuchillos lo
desmentían. Desenfundó una de las espadas que tenía sujeta a la espalda y le
cortó el cuello. No se equivocaba, la sangre negra que manchó sus piernas lo
confirmó .Y encima llevaba pantalones cortos. Le iba a costar sacar esa cosa
pringosa de su piel. Los sonidos de las sirenas que indicaban la llegada de la
policía hizo que dejara de importarle la sangre, la música y los demás hombres.
Era hora de marcharse. Saltó de la mesa
y agarró la mochila donde había metido el dinero. Se la colgó dando un
codazo en el abdomen a la mujer machorra que intentaba cortarle el paso y salió
por una de las ventanas que daban a la calle trasera. Corrió por un par de
calles y se escondió en uno de los muchos callejones sin luz que había en esos
barrios. Se agazapó cada vez más en la oscuridad escuchando el alboroto que
hacían los demás buscándola. Pronto harían batidas en su busca, valía mucho
dinero. Recuperó el aliento varios minutos después de la enorme carrera. Sabía
donde estaba y lo que tardaría en llegar al motel donde se había colado la
noche anterior. Esperaba que no hubieran alquilado la habitación, era la única
ventana a la que podía acceder desde la calle. Ahora solo le quedaba esperar a
que pasará la policía. Eso parecía algo
sencillo sino hubiera escuchado un ruido a su espalda. El reflejo de la navaja
fue lo primero que vio y saltó fuera de su trayectoria para escapar del corte.
Rodó por el suelo y se levantó con una de las espadas ya en su mano. Era un
vagabundo, apenas podía verlo por la oscuridad, pero se notaba que era un
ladrón de tres al cuarto
-dame todo lo
que tengas- exigió él acercándose a Shana con la navaja por delante
Shana sonrió en
la oscuridad. No sabía que iba bien armada. Todo estaba oscuro y tenía que
entrecerrar los ojos para captar cualquier movimiento por parte del ladrón.
Estaba acorralada contra la pared y eso le daba ventaja.
Pero en ese momento
las nubes negras que cubrían el cielo se abrieron ,dando paso a la luz de la
luna que iluminó todas las calles de la ciudad. La balanza cambió y la ventaja
fue para Shana, ya que él no podía verla. Ella se mantenía oculta en la
oscuridad de las sombras, en cambio, el hombre quedó bajo la luz de la luna
llena.
La ironía de la
situación no se le escapó a pesar de lo atenta y concentrada que estaba a cada
movimiento del hombre. Intentaba robarle a ella ¡¡A ella!! Si estuviera aquí su amiga Sisi diría que la
había castigado Dios. Pero ella no creía en
ningún Dios. Así que echó la culpa a la mala suerte que la perseguía
últimamente. El vagabundo cansado de la falta de respuesta por parte de
Shana embistió contra ella. Shana se
giró hacía la izquierda y le golpeó con el mango de la espada en la nuca. Cayó al suelo gritando de
dolor mientras un charco de sangre corría por su cuello. Shana le retorció la
muñeca y lo giró hacía arriba. Luego se sentó a horcajadas sobre él agachándose
hasta que sus cuerpos quedaron totalmente pegados. Ahí se dio cuanta de algo.
Él no era un
vagabundo.
Tampoco un
simple ladrón.
Manteniéndolo
sujeto bajo ella para que dejara de retorcerse intentando escapar, apartó el
abrigo y vio sus ropas. Eran relativamente nuevas y estaban bastantes limpias.
Él no olía del todo mal. Desde luego se había duchado no hace mucho, cosa que
uno de la calle no tendría como lujo. ¿quién era este hombre que intentaba
matarla por la espalda?¿otro que quería cobrar la recompensa?
Eso no iba a
poder ser.
-te equivocaste
de chica-le susurró al oído con un toqué tenso en la voz, la había cabreado- yo
soy la mala de los cuentos
Él, asustado ,la
miró a los ojos. Esos ojos de cristal, que en esos momentos parecían no tener
vida. Shana le clavó la espada entres
las costillas hasta llegar al corazón. Notó como el hombre daba su último
suspiro bajo su cuerpo y se apartó antes
de mancharse de sangre. Observó al hombre y el brillo de su muñeca captó su
atención. Se agachó de nuevo y levantó
la ropa que ocultaba el reloj. Un buen reloj.
-bueno, tú ya no
lo vas a necesitar -dijo ella mientras se lo quitaba y lo abrochaba en su
propia muñeca
Lo registró de
arriba bajo pero no encontró nada más de valor. Limpió la espada en el abrigo del
hombre y volvió a guardarla en su funda. Salió del callejón justo cuando pasaba
el coche patrulla. “Por los infiernos, ya creía que los había despistado” Pero
no, los encontró de frente. Se dio la
vuelta a toda prisa derrapando con los pies y colocando su mano derecha en el
suelo para no perder el equilibro. Corrió lo más rápido que le dejaban las
piernas mirando a su alrededor en busca de una vía de escape.
Anya vio como la
chica que había robado en el bar se acercaba a donde estaba ella. Eres las
chica de los bajos fondos había dicho el hombre. La frase captó su atención
en seguida, esa chica era lo que necesitaba. Cuando pasó por su escondite la
agarró del brazo y la atrajo hacía su dirección. La chica se revolvió y estuvo
apunto de darle un puñetazo para liberarse. Por suerte, Anya era buena en
reflejos y lo esquivó.
-te voy ayudar
,inútil
Shana se quedó quieta al escucharla. La miró
sorprendida y se encontró con unos ojos negros como la noche y un pelo rubio
como el sol recogido en una coleta, que contrastes tan extraño, pero no por eso
era menos hermoso. Anya al darse cuenta de que había captado la atención de la
ladrona la empujó detrás de un contenedor.
-quédate ahí- le
ordenó y cruzó la calle a toda prisa para sentarse en un banco de enfrente, a la
espera de que pasara la policía. La espera no se le hizo larga. No acaba de
sentarse cuando el coche de luces azules y rojas se paró delante de ella.
4 comentarios:
BYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!
Las amoo <333 Enserio soy fans nº1 de Shana!! Y Anya es tan mona que shujhsbysbxsa (sip, me la imagine muy mona xD)
Y encima la ayudaa!! <33
Uohh... pense que el tio falso vagabundo tendría royo amoroso con Shana ê.e pero ésta le mata y le roba un buen reloj.... ¡VIVA SHANA!!
Uhmm... el viejo penseé que formaría grupo con las chicas y seria el tipico viejo verde jajaja
¡Dragones *______*! Sube yaa!! mala pecora esto es muy poco quiero maass! ê.e Enserio me tienes enganchada...
¡Te toca subir capitulo de fuego! jojojo
Bueno y no sé que más comentarte... Bueno me despido... besicos virtuales <33
te la imaginase bien, Anya es muy mona jajajaaj aunque ya verás más de su personalidad en el siguiente capítulo
y Sarah la ayuda a cambio de algo jajaja
Sabía que te gustaría Shana.. si es que eres una sádica
Poco dice !!! si a mi me parecía largo el capítulo... tendrás que esperar una semana para el siguiente
Me alegro que te guste ;)
y no sé cuando subiré de Fuego..... va con retraso jajaja
Un besazo !!!!!!
Me ha gustado mucho, la verdad que me líe un poco ya que sin querer me leí primero el capítulo que el prólogo, pero bueno que me hagustado, aunque por un momento me lo he imaginado en épocas más atrás, pero la verdad está muy bien, espero el siguiente capítulo con ansias, saludos desde http://1001historiaquecontar.blogspot.com.es/
Ya estoy de vuelta y dirás: "ya era hora cansino". Shana me gusta aun más que Anya aunque a ella no la conozco mucho jeje. La escena con la música de Elvis me ha echo reir, uno de mis cantantes preferidos y una buena pelea. Espero pasarme por el siguiente muy pronto.
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