Llevaba un rato
sentada en una de las sillas de plástico tan incómodas de la sala de espera
cuando un hombre que rondaba los cuarenta se sentó a su lado. Se sorprendió
bastante. Sabía que intimidaba a la gente con esas pintas y las espadas .Era lo
que pretendía. El hombre le sonrió enseñándole sus dientes algo amarillentos de
haber fumado durante muchos años.
-¿eres uno de
esos caza vampiros?-le preguntó él, sus ojos reflejaban curiosidad e interés,
no parecía uno de esos locos fanáticos.
Shana puso los
ojos en blanco al escuchar la pregunta. Cuando salieron a la luz todo el rollo
de la magia y las criaturas mágicas (había infinidad de ellas) no solo
descubrieron que vivían rodeados de gente con dones especiales, sino que muchos
de los asesinatos en serie eran por vampiros, y que los mejores robos hechos
hasta el momento habían recibido ayuda de los duendes. Condenados bichos, como
odiaba a los duendes, eran realmente molestos. El caso es que ahora rondaban
por las ciudades de todo el mundo ,caza vampiros, caza demonios, caza brujas,
caza, caza, caza…. Bah, la mayoría de ellos no vivían para contar su primera
misión. Que los malhechores fueran más rápidos que las balas y a veces más
resistentes, había echo que surgiera el pánico entre los policías. De ahí que
volviera a estar de moda poner recompensas por los criminales más peligrosos.
Debía de estar orgullosa, había entrado en ese rango.
-no, no lo soy-
le respondió al hombre con voz monótona, no quería tener una charla frívola
hablando sobre nada con un desconocido
El hombre ladeó
la cabeza mirándola más fijamente.
-¿entonces por
qué llevas las espadas?
Shana pensó en
levantarse y largarse ,pero la entrada para embarca al avión estaba justo
enfrente. No tardarían en subir.
-protección-le
sonrió con maldad-nunca se sabe que te puedes encontrar por la calle
El hombre
carraspeó nervioso bajo el escrutinio de su mirada. Conocía a muy pocas
personas que pudieran mantener sus ojos fijos en los de ella por más de tres
segundo. El hombre farfulló una despedida y se fue rápidamente.
Shana volvió a
recostarse en el asiento escuchando por el altavoz como avisaban a los
pasajeros hacía Paris que el vuelo saldría de inmediato. La verdad es que
llevaba oyendo el aviso varios minutos pero estaba esperando ver a Victoria
y Anya aparecer. Si no lo hacían, se
iría y se olvidaría de este extraño trabajo. No fue así. Ellas aparecieron en
ese momento corriendo por el pasillo donde estaba la cafetería, al parecer
habían seguido discutiendo y no se habían enterado del vuelo. Fue a levantarse
para ir tras ella cuando un muchacho captó su atención. Era el encargado del
equipaje. Estaba a escasos metros de ella por lo que pudo oír su fuerte tos. El
chico, sería un par de años mayor que ella, se agarró al carrito de montacargas
llevándose la mano al pecho y tosiendo cada vez más fuerte. En decimas de segundos,
su cuerpo comenzó a convulsionarse. Cada tos era más fuerte y Shana pudo ver
como la mano que acababa de usar para taparse la boca se llenaba de sangre.
Estaba paralizada ¿qué le pasa al chico? Poco a poco comenzó andar hacía él
mientras veía como seguía temblando.
-¿qué te
pasa?¿necesitas ayuda?-le preguntó cuando estuvo a su lado
Él pareció no
escucharla. Dejó caer la mano que aún tenía agarrada al carrito y aferró la
muñeca de Shana. Levantó la mirada y ella pudo ver como sus ojos se daban la
vuelta hacía atrás, poniéndose totalmente blancos. Liberó su mano de un tirón
asustada y retrocedió un par de pasos.
Aún así no se marchó ,preocupada y a la vez intrigada por lo que le
sucedía al chico. Nunca había escuchado una enfermedad con esos síntomas. Entonces
empezó a vomitar sangre y un segundo después luchaba por coger aire, pero
parecía que el oxigeno no llegaba a sus pulmones. El chico luchaba desesperado por respirar ,
sin embargo, no lo consiguió. No tardó en derrumbarse en el charco de sangre
que había dejado y convulsionares hasta que murió .
Shana estaba
totalmente horrorizaba ,con lo ojos abiertos como platos y sus manos aferrando
sin darse cuanta la tele vaquera del pantalón. Alguien la cogió del codo
obligándola a darse la vuelta.
-¿qué has
hecho?-inquirió Anya apretando cada vez más fuerte el agarré de su brazo
Shana no
contestó. Giró la cabeza hacía atrás sin poder dejar de mirar el cuerpo sin
vida de ese chico. Había vivido en las calles, había visto de todo, pero estaba
más afectada que nunca. Esa muerte no era natural, era como si el cuerpo
luchara contra si mismo.
-maldición, larguémonos-pero Shana no le hizo caso. Cerró los ojos
intentando olvidar la espantosa muerte de ese chico. Tenía una extraña opresión
en el pecho, como si algo se hubiera ido cuando ese chico murió. Pero eso no
tenía sentido. Ella no había tenido nada que ver, ni siquiera sentía
remordimientos al matar, ¿por qué ahora sí?. Sin embargo, verlo retorcerse y
luchar contra su propio cuerpo ,había afectado en ella de una manera que no
quería admitir.
“se acabó, no lo pienses más”
Pero no lo consiguió, y cuando se recostó en el asiento del avión, tras
haber embarcado, la imágenes volvieron a su cabeza.
Anya aún estaba
cabreada por lo sucedido con el chico. Intentaba pasar desapercibida y la
sicario montaba ese lio, al menos eso había pensado en un principio, pero tras
fijarse con más detenimiento se percató de que Shana no había tenido anda que
ver. Es más, parecía estar en shock, no se esperaba esa reacción de una asesina
que vivía en los bajos fondos.
Olvidándose por
un momento de sus dos nuevas compañeras, repasó el plan. Ya tenía el nombre de
alguien que podía conducirla hasta los Dragones Negros , ¿cómo lo localizarían?
Aún no lo sabía. Pero no se preocupaba por ello, Metz no era una ciudad muy
grande y preguntando en los sitios idóneos conseguiría encontrarlo. Tampoco
tenía ningún problema en si los Dragones estarían dispuestos a recibirla, eso
no tenía ninguna relevancia, se encontraría con ellos quisieran o no. En cuanto
al intercambio de información, tenía algo que podía interesarles. Lo único que
rondaba por su mente y que de verdad la preocupaba era como poder acabar con su
adversario. Una vez que diera con él, por supuesto. Había pasado cuatro meses
desde la muerte de sus padres y todavía era incapaz de admitir su perdida, no
era capaz de entender como habían acabado con ellos. Los ángeles y demonios son
guerreros, una de sus misiones en la vida es matarse mutuamente. Criaturas
poderosas, guerreros experimentados ¿quién podía tener tanto poder para no
matar a uno, sino a ambos? Era una estupidez pensar que ella sola podría vengar
la muerte de sus padres, pero esa absurda idea era la única que conseguía darle
fuerzas cada mañana. Conseguir vengarlos era la única manera de poder quitarse
la culpabilidad que sentía por no haber estado con ellos en el momento del
ataque y porque si sus propias sospechas eran ciertas, podría tener que
enfrentarse a un demonio o un ángel de rango superior. Sus labios se
convirtieron en un fina línea y sus puños se crisparon apretándose las uñas en las palmas. Notó el
suave líquido de la sangre en sus manos, pero no le dio importancia. El
recuerdo de una conversación escuchada a escondidas quemaba en su mente, la
injusticia y la rabia eran malas compañeras.
Era el día de su cumpleaños y estaba encerrada en su
cuarto. Todo había sido maravilloso, le habían echo una tarta de cinco pisos
donde ponía “Feliz noveno cumpleaños, Anya”. Su mama la había dejado comer todo
el pastel que quiso por ser su día especial. Luego recibió los regalos y por
primera vez la dejaron volar sola. Había sido magnífico, ya era una niña mayor.
Pero entonces vino ese hombre, un ángel, y tubo que esconderse como siempre
hacía. Nadie podía verla, ella no era como los demás ángeles. Tampoco tenía
amigos, pero no le importaba, sus papas siempre estaban con ella. No era justo
que ese hombre le arruinara su día. ¿por qué había venido? Enfada como estaba
no pensó en las consecuencias y salió de su cuarto. Descendió las escaleras con
mucho cuidado de no hacer ruido y se escondió tras una mesita. Ahí escuchó
todo.
-¿cómo puedes ser tan estúpida, Coraima?- le gritó el
ángel a su mamá
-cuidado con ese tono Fabio, estás hablando con mi
mujer
Anya nunca escuchó un tono tan mortífero de parte de
su padre. Tembló ligeramente pero no salió de su escondite.
-Darío no te inmiscuyas, esto no te concierne-le
amenazó el ángel visitante- es mi hija y le hablaré como me plazca, me debe
respeto y gratitud
-no te debe nada, y todo lo que tenga que ver con ella
me incumbe, ya deberías saberlo, suegro-la última palabra la dijo como si fuera
un insulto, odiaba que alguien hiciera daño a su mujer, aún más si ese alguien,
era su propio padre
- basta ya-exclamó Coraima a la vez que sostenía a su
esposo, orgulloso como era no aguantaría otra voz más y menos si iba dirigida a
ella- ¿por qué estás aquí?
El ángel, Fabio, se calmó antes de contestar.
-es el cumple de mi nieta- respondió como si eso fuera
suficiente
Coraima miró a su padre con ira, sabiendo que mentía.
Fabio no tenía ningún sentimiento afectivo por su nieta .Esta vez fue Darío
quien la sujetó a ella para calmarla. Pero no lo consiguió.
-¡¡tu nieta!! ¿cómo te atreves si quiera a decir que
es tú nieta? Cuando no te opusiste el día que la desterraron de la Cúpula donde
deberían estar todos los niños ángeles, aquí está sin protección
-ella es una mestiza-respondió Fabio rojo de ira- su
sangre esta sucia, lleva la evidencia en sus alas
-no te permito que digas eso de mi hija-le advirtió
Coraima señalándole con el dedo
-¿por qué tuviste que irte con este demonio, hija mía?
, vuelve a casa,-le suplicó- deja aquí a la niña y a este demonio que dices
llamar esposo, te perdonarán, puedes empezar de nuevo
Anya se acurrucó debajo de la mesita apretando las rodillas
entre sus brazos. Lloraba, pero lo hacía silenciosamente. Miró sus alas entre
el bañó de lágrimas y por primera vez, no quiso tener esos dibujos negros que
tanto destacaban entre sus plumas blancas. No la querían, estaba sucia.
-me insultas proponiéndome eso- respondió su madre con
la voz áspera- amo a Darío y amo a mi hija por encima de todas las cosas, no me
importa vivir exiliada por proteger a mi familia
-maldita seas tú y tu rebeldía, te permití infringir
las reglas cuando ayudaste a esa humana ,Anabel se llamaba, pero jamás te
perdonaré esto
-no quiero tu perdón, padre,-le respondió, no pudo
ocultar la decepción que sentía por su padre- ya no, lo único que quiero de
usted es que guarde el secreto de mi hija, es la primera mestiza que jamás a
nacido, los ángeles que te rodean querrán matarla, si todavía te importo algo,
haz eso por mi
El silencio solo duró unos segundos pero pareció una
eternidad a todos los presentes.
- si es eso lo que quieres, de acuerdo,-accedió,
aunque con desgana- pero esta será la última vez que nos veamos, no quiero
tener nada que ver con una hija que traiciona a su familia por un niño bonito
-no traicioné a mi familia, me enamoré- dijo ella
tristemente-pero tu jamás podrás entender eso
Anya asomó la cabeza por encima de la mesita justo
cuando su abuelo salía por la puerta. Las grandes alas blancas brillaban más
que la misma Luna en medio de la noche. Brillaban más que las de su mamá. “Está
sucia”, las palabras volvieron a repetirse en su cabeza.
-tarde o temprano te encontraran-le advirtió Fabio por
encima del hombro antes de emprender el vuelo y desaparecer
Darío abrazó a su mujer cuando ésta se echó a llorar.
-él tiene razón, tarde o temprano nos encontrarán
-shh, no llores, -le dijo intentando tranquilizarla a
la vez que la acariciaba con ternura- ya hemos podidos con ellos antes y lo
volveremos hacer, además,-argumentó con una media sonrisa- soy un demonio,
estoy echo para luchar contra los ángeles
Ella esbozó una pequeña sonrisa.
-nos conocimos peleando-dijo ella evocando el
recuerdo-en Venecia
-sí y todavía no he podido derrotarte
-y nunca lo harás-replicó con energía, olvidando poco
a poco la visita de su padre
-doy gracias por ello, -y le dio un beso en los
labios- sino hubieras ganado tú, no habrías sentido compasión por mi y no me
habrías curado las heridas, ni me habrías echo ver que luchar entre nosotros no
es un instinto como nos quieren hacer creer, ni habría descubierto lo
maravillosa que eres ,ni…
-ya, ya, ya- le cortó ella riendo- ya conozco tu labia,
zalamero, vamos a por la niña
Pero él no la dejó separarse.
-en unos minutos
Anya echó a correr hacía su habitación. Las lágrimas
caían como torrentes por sus mejillas y los ojos le escocían. Sentía un
terrible dolor que no podía comprender. Rechazo. Culpabilidad. Miedo. Siempre
había leído en los libros que los ángeles eran los buenos, eran los que
ayudaban a los demás, pero querían matar a sus papas y a ella. Se tiró en la
cama pegando con los puños en la almohada. Ese día entendió el significado de una
frase. La había escuchado más de una vez en los labios de su papá y él se lo
explicó cuando ella le preguntó, pero hasta ese día no había entendido todo el
significado. El fin no justificaba los medios. Su padre decía que esa era la
excusa que usaban los ángeles cuando hacían algo mal, todo era por un bien
mayor, y su madre que era un ángel nunca lo contradijo. Se hizo una bola
subiendo las rodillas al pecho y no dejó de llorar.
2 comentarios:
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
LO siento por mi retraso :S
Haber, porfin me he puesto al día jojojo
¡ADORO A VICTORIA! JAJAJAJA Dios que ego, soy rica asique no se si eso es mucho madre mia!! ajaja la adoro!
Y que Anya odie a victoria por eso no se :S jaja ambas son muy infantiles ajajaja las adoro!
Pero eso si, mi favorita Shana, que es la única que sabe controlar la situacion! ajaja
Tiaaa que miedo lo del chico y lo de la sangre D: Ya me imagine que el chico mutaba a un zombie y queria comerse a Shana ajajajajaja
Quien habrá sido el que ha disparado ê_e
(PD: SI, te estoy comentado todo, todo, es decir, desde el cap que te deje de comentar ajaja)
Una Shellam... dios que raro me suena eso ajajajaa.
Me da penita Anya joooooooooooo es una hibrido mestiza fusion lo que sea... y encima que uno de tu familia te lo recuerde y de esa manera.. jooo duele (sabes? Me acorde de Rick y de su abuelo ajajaja)
¡TIA! NO NO NO NO! ¡INDIGNADA ESTOY! Yo pensaba que este recuerdo diria y explicaria como murieron los padres D: Me muero por saberlooo diehsdudsj¬¬
Bueno, aqui lo dejo ajaja sube rapido! conectate mas que te echo demenos jooo, ya no tengo a una loca y mala influencia con quien hablar jum! Todos me abandonais ¬¬ jajaja
¡Besicos virtuales!!
De: SARAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH (Sabes quien no? jaja)
ya te dije que al final acabaria gustandote Victoria jajaja es bastante superficial pero "buena gente " y Anya no odia a Victoria por eso, simplemente Anya es desdeñosa con todo el mundo....no puede evitarlo y aparte son todo lo contrario, es dificil que encajen
lo del asesinato , como ya te dicho vas a tardar en descubrirlo, pero ten paciencia
yo tambien te echo de menos, si es que nunca coincidimos conectas....esta loca mala influencia esta mal influenciando a otra gente, espero que tu no hayas vuelto al camino del bien ¬¬ ese es muy aburrido
bueno un besazo !!!! y tranquila que no te olvido tan facilmente
Publicar un comentario