domingo, 2 de septiembre de 2012

Capítulo 3 (recuerdos de Shana)


Shana lo siguió no sin antes pararse para dar un beso a Sandra y rozar su nariz con la de ella, luego le pasó la mano por el pelo a Israel alborotándoselo. El pequeño se abrazó a su pierna. Shana tubo que aguantar las lágrimas cuando lo separó con cuidado. Entrar en esa casa fue difícil. Lo primero que se veía al entrar era el pasillo, a su derecha el salón.

-vamos chicos que es navidad- gritó Sisi- Samuel deja de saltar sobre el sofá
El chico obedeció pero no se quedó quieto, echó a correr por el salón, dio un vuelta alrededor de Sisi con los brazos abiertos simulando ser un avión ,para acabar sentado frente al arbusto que habían utilizado como árbol. No era grande, y tenía muy pocas hojas verdes. Solo tenía como decorado algunas figuras de cartón creadas entre todos y algunas bolas de colores. Pero eso era suficiente para ellos. Todos los demás pequeños se reunieron en el salón junto a Samuel mirando los regalos bajo las ramas del árbol. Shana estaba sentada en el suelo cruzada de piernas cogiendo a Cámeron. Aarón entró en ese momento en la habitación.

-¿pero qué hacen aquí tantos niños?-exclamó fingiendo estar horrorizado
Todos rieron con él.
-vamos abrir los regalos- dijo Paloma con una sonrisa tan grande que casi le cruzaba la cara- te estábamos esperando
-pues ya estoy aquí, manos a la obra


Los niños se tiraron en pelotón a por los regalos mientras Aarón se sentaba junto a Shana. Cruzaron un mirada contentos de haber podido ahorrar para comprar algunas regalos esa navidad. Sisi peleaba y reía intentando poner orden entre los niños para que no se equivocaran de regalo. Un libro para Paloma. Un balón  para Samuel. Un osito de peluche para Sandra. Un coche para Israel y un sonajero para Cameron.

-¿Qué pasa Sandra?- le preguntó Shana cuando vio que no iba a jugar con los demás-¿no te gustó el regalo?
-sí, pero si no hay dinero, ¿cómo tenemos regalos?
Sisi miró hacía otro lado para que  la pequeña no viera sus lágrimas  ¿cómo podía tener seis años y darse cuenta de tantas cosas?
Shana pasó a Cámeron a los brazos de Aarón y abrazó a Sandra.

-Papa Noel se acuerda de todos los niños, incluso los que no tienen dinero y viven en feas casas
Sandra soltó un risita.
-a mí me gusta la casa, somos una gran familia
-tienes razón pequeñaja-añadió Aarón- y ahora vete a jugar con los demás

Shana desechó el recuerdo y comenzó andar de nuevo por el pasillo, se había petrificado en la puerta del salón. Unas escaleras daban al segundo piso, a las habitaciones, pero sabia que Aarón no había ido por allí. Siguió por el pasillo hasta el final que daba a la cocina. Paró en el umbral observando la hornilla de gas en la que tan solo iba uno de los fuegos, los armarios donde el último tenía una de las bisagras sueltas y sin quererlo otro recuerdo se infiltró en sus pensamientos.

-huele a chocolate-dijo Aarón con una media sonrisa entrando en la cocina
-sí y ni lo mires,-le advirtió Shana señalándolo con la paleta- es el cumple de Israel se merece una buena tarta de cumpleaños-y untó algo más de chocolate sobre el bizcocho
Aarón frunció el ceño haciendo un mohín con la boca. Intentó meter uno de los dedos en el tazón de chocolate derretido, pero Shana lo vio venir y le dio en la mano con el cubierto
-a veces eres el más niño de todos- le regañó aunque no pudo esconder la sonrisa
-¿cuando lo compraste? Debe de haber sido esta mañana sino no habría aguantado en la nevera
-exacto, cortesía de un señor con muuucho dinero en la cartera
-¿a quién desplumaste ya?- preguntó mientras se sentaba en uno de las sillas, esta crujió peligrosamente pero no se rompió
Shana se encogió de hombros.
-un viejo muy estirado, por cierto ¿qué a pasado con la luz?
-el vecino ha descubierto que se la robamos
-¿va a llamar a la policía?-no lo miró y la pregunta fue formulada despreocupadamente, pero  Aarón notó el leve temblor de su mano
-no,- le contestó tranquilizándola-creo que nos tiene demasiado miedo, me gustaría saber que clase de bestias cree que somos
Shana se giró en busca de una bolsa para intentar hacer un dibujo sobre el pastel y Aarón aprovechó ese momento para coger el chocolate. Probó tan solo un poco, seguro que Shana había comprado lo justo. Sin embargo, sí se permitió hacerle una pequeña broma. Se colocó justo detrás de ella y mojó sus dedos con chocolate, cuando se dio la vuelta Aarón estampó el chocolate por toda su cara.

-¡¡Aarón!!
Él soltó una carcajada divertido por la cara indignada de Shana. Ella contraatacó estampándole uno de los huevos que le había sobrado sobre la cabeza. Shana esbozó una sonrisa de suficiencia. Odia perder y sino podía vengarse en el momento se obsesionaba hasta devolver la broma. Aarón la conocía muy bien, y sabía de ese rasgo.

-con que esas tenemos...
La cogió por las rodillas y la cargó en el hombro .Mientras ella, pataleaba y gritaba que la bajara ,él reía con más fuerza.

-bájame ¡ya!- y le pegó con el puño en la espalda- se me esta subiendo la sangre a la cabeza
 Como única respuesta Aarón subió sus manos hasta los muslos.
-¿qué hacen tus manos ahí arriba?- casi gritó por la sorpresa y la indignación de estar de esa manera
-sujetarte mejor
Shana sabía que estaba sonriendo aun sin verlo.
Cuando llegaron al jardín los niños jugaban al pilla pilla unos detrás de otros.

-chicos- exclamó Aarón captando la atención de todos- Shana a pedido un baño especial ¿se lo damos?
Sandra empezó aplaudir y a saltar a la vez ,haciendo que sus rizos rubios no pararan quietos mientras Samuel corría a por la manguera.

-baño especial, baño especial- gritaba Paloma dando saltos también
- no os atreváis, Aarón te voy a matar por esto- le amenazó pero ya era demasiado tarde. La manguera estaba preparada y Sandra abrió el grifo mientras Samuel la sujetaba y Aarón la ponía de forma que quedara totalmente empapada.

Borró la sonrisa que se había formado en sus labios e hizo mover sus pies hacía la derecha entrando en la habitación donde la esperaba Aarón. Él estaba apoyado en una de las tres mesas que había para los estudios de los niños. María, la mujer que los acogió a ellos en primer lugar, siempre insistió en que debían aprender, aunque solo fuera a escribir, leer y las cuatro cuentas. María no toleraba la estupidez y decía que no tener dinero no era excusa para no aprender. Tras su muerte ellos siguieron con su ejemplo, ya que esos niños no podían ir a un escuela pública como todos los demás. Shana cerró la puerta y se apoyó en ella con los brazos cruzados. Notaba el hierro de las espadas en su espalda, pero estaba acostumbrada a llevar colgando ese peso cada minuto del día.

-¿cómo van las cosas?- preguntó intentando romper el hielo
-como siempre
-¿y los niños?¿ qué tal los estudios?
Aarón esbozó una sonrisa irónica sabiendo que ella se estaba andando por las ramas. Le siguió el juego.

-bien ,también, Paloma dice que de mayor será como la mujer esa que escribió Harry Potter
-J.K Rowling
-sí, esa, no para de repetir que esa mujer se hizo rica por sus libros y que ella va escribir muchos libros para ser muy rica también.

Shana se permitió relajarse y sonreír. Esa actitud era muy típica de Paloma.

-Sisi ha conseguido un trabajo como camarera-siguió diciendo Aarón
-un trabajo honrado ¿eh?
Él asintió cruzando una mirada de entendimiento con Shana.
-nunca se le dio bien robar
-a nosotros sí ¿verdad?- añadió algo melancólica la chica de ojos azules- robar, matar, engañar, eso es lo que hacemos
-es lo que nos ha tocado vivir

Era la verdad y Shana lo sabía, aunque le llevó mucho tiempo aceptarlo. De pequeña había sido una niña mucho más problemática que los que ahora vivían en esa casa. Ella nunca quiso aceptar que era esa vida le que le había tocado vivir ,como bien decía Aarón, ella quería más y solo era capaz de pensar en que la vida había sido injusta. Poco tiempo después descubrió que la vida nunca era justa.

-si Sisi va a trabajar ¿quién va a cuidar de los niños?- preguntó cambiando de tema
-yo, menos cuando... bueno, ya sabes, tenga que “trabajar” , además ahora hay una niña nueva, se llama Candela y tiene doce años , echará una mano
Shana asintió. Una niña con doce años que se había criado en las calles era tan madura como  una de veinte. Efectos de ver el lado malo de la sociedad.

-te echamos de menos- dijo de repente sobresaltándola, sus ojos no apartaban la mirada  haciendo que ella sintiera esa sensación de que había perdido algo importante cuando se fue de esa casa, esos sentimientos cada vez le eran más familiares- y te necesitamos aquí
-sabes que no me puedo quedar
-podemos protegerte,
-no, no puedes- negó ella aunque le costaba más que nada- no si no quieres dejar a esos niños otra vez viviendo bajo un cartón y comiendo de la basura
Aarón cerró los puños, no poder hacer nada por protegerla lo estaba matando por dentro. Se sentía tan impotente.

-¿para qué me necesitabas?- preguntó después de haber dado varias inspiraciones
-información, la rubia de afuera está buscando a los dragones negros
-¿quieres que te diga donde puedes encontrarlos?-inquirió incrédulo alzando la voz sin darse cuenta- te has vuelto loca, solo los desesperados tratan con esa secta de espías
-pues ella lo estará- replicó Shana acercándose a él para enzarzarse en una discusión-solo tengo que llevarla a el lugar, yo no trataré con ellos
-aun así es peligroso
-oh vamos, Aarón- se quejó exasperada- esto va a ser lo menos peligroso que e echo en los últimos seis meses, o en los últimos 19 años
-yo no se donde se encuentran
-ya lo se, pero sí sabes de alguien que sí
Aarón se guardó el insultó que quería soltar, menuda memoria tenía cuando le convenía.

-sí, vive al noreste de Francia ,en una ciudad llamada Metz, pero no habléis con él, no es de fiar y os venderá al primero que encuentre,- hizo una mueca poniendo una mano sobre la frente masajeándose las sienes, intentaba recordar- tiene un mapa, siempre alardea de él cada vez que puede
-¿su nombre?
- Lázaro Deveroux
-gracias, de verdad
Aarón soltó un suspiro.

-hazme saber que estás bien, en todo este tiempo ni siquiera llamaste
-no se si...-vio la preocupación de su mejor amigo y no pudo negarse, había querido hablar con él tantas veces desde que se había ido que no podía ni contarlas, habían pasado toda la vida juntos, era raro encontrarse sola de repente- de acuerdo
Lo miró una vez más memorizando cada rasgo de su rostro, y aunque no le era necesario para recordarlo, sí quería tener esa última imagen de él. El pelo alborotado y negro, las largas pestañas, los ojos marrones oscuros, esa boca que siempre sonreía, los hombros donde había llorado de niña, los fuertes brazos que la habían protegido. Llevaba unos vaquero claros y una camiseta negra de manga corta. Le quedaba bien. Muy bien. Suspiró.

-adiós- se giró con rapidez sin querer pensar en lo que le esperaba fuera.

4 comentarios:

Sarache dijo...

nyaaaaaaaaaaaaaaaa!! me ha encantadoo *__*
Eso si, desde el principio me he preguntado: ¿donde esta la pobre anya? xDD
Aaron es genial *__________* Y Shana no le veia con ese punto protector con los niños <33
Me encanto lo del chocolate, me dio lastima de que sean pobres y no tener electricidad (tia, me lo imaginado como si fuera una peli xD)
Puff ansio por el siguiente cap... ¡SUBE RAPIDO!
Cada dia que leo nuevo cap me enamoro mas de esta historia :D
Bueno y aqui finaliza mi coment xD (sorry por que sea muy soso hoy estoy extraña ê.e xD) ¡Besicos virtuales!

Noemi. mJ dijo...

la anya esperando fuera.....tranquila no me olvido de ella en el proximo capitulo saldra xD.......esq sino fueran pobres Shana no seria una sicario-ladrona-merecenario jajajaja
me alegro que te guste y aver si no m entra flojera (como a ti ¬¬) y subo pronto xD
besos para ti tambien !!!

Pilar Fernández dijo...

Me ha encantado, sigue así! Lo haces genial :) no desaproveches tu talento <3<3 un beso desde http://tusonrisaesmia.blogspot.com.es/ ♥

Noemi. mJ dijo...

gracias por el cumplido Pilar :)
me alegra que te guste

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